CASO DE ÉXITO — Cambio de custodia por solicitud de una menor de 13 años
Caso real: cambio de custodia por solicitud de una menor de 13 años en Madrid
Un caso real (anonimizado) en el que una menor de 13 años, escuchada por los Juzgados de Familia de Madrid, logró cambiar su custodia para vivir con su padre y recuperar estabilidad emocional.
Cómo trabajamos este cambio de custodia en Madrid
Te resumimos los hitos clave para entender cómo se gestionó, paso a paso, este cambio de custodia solicitado por la propia menor en Madrid.
Preparamos y presentamos una solicitud de medidas urgentes detallada, con informes, comunicaciones y un relato claro de los riesgos emocionales para la menor.
Conseguimos que el Juzgado de Familia de Madrid admitiera la urgencia y tuviera en cuenta, desde el primer momento, la voluntad firme y sostenida de la menor.
El juzgado autorizó que la niña residiera con su padre mientras continuaba el procedimiento, garantizando apoyo psicológico y un entorno emocional seguro en Madrid.
1. Situación inicial
El padre llegó al despacho en Madrid profundamente preocupado por su hija de 13 años. Llevaba meses expresándole a su madre que no quería seguir viviendo con ella, pero la madre mantenía un “no” rotundo sin atender a su malestar emocional.
La menor atravesaba una etapa de gran sufrimiento psicológico: episodios de ansiedad, discusiones constantes y un deterioro creciente en la relación materno-filial. El padre tenía miedo de no poder proteger a su hija, de que el juzgado no escuchara su voz por su edad y, sobre todo, temía que su situación emocional empeorara.
Su objetivo era claro: garantizar el bienestar de su hija y lograr que fuera escuchada por los Juzgados de Familia de Madrid con todas las garantías.
2. Problema o reto
El caso no era sencillo. La madre se oponía frontalmente al cambio de custodia y negaba la existencia de conflicto. La relación entre ambas estaba muy deteriorada y la menor se encontraba en un estado emocional delicado.
Además, nos enfrentábamos al reto jurídico de acreditar la urgencia y la necesidad de adoptar medidas inmediatas sin esperar al procedimiento principal, todo ello mientras asegurábamos que se respetara la voluntad de la menor sin presionarla ni exponerla más de lo necesario.
En el contexto de Madrid, donde los juzgados acumulan una alta carga de trabajo, era fundamental presentar un caso sólido y bien documentado para que la urgencia fuera tenida en cuenta desde el inicio.
3. El proceso
Actuamos con rapidez y precisión.
En la primera semana, preparamos y presentamos una solicitud de medidas urgentes detallada, acompañada de informes, comunicaciones y un relato claro de los riesgos para la menor.
En las semanas siguientes, conseguimos que el juzgado admitiera la urgencia y tomara en consideración, desde el primer momento, la voluntad firme y sostenida de la menor.
En pocos meses, el juzgado autorizó que la niña residiera con su padre mientras continuaba el proceso, garantizando que recibiera apoyo psicológico y un entorno emocional seguro.
Durante todo el procedimiento, acompañamos al padre y a la menor, coordinando con profesionales y manteniendo un enfoque centrado en su protección y estabilidad, siempre dentro del marco de los Juzgados de Familia de Madrid.
4. Resultado conseguido e impacto en la vida del cliente
Hoy, la adolescente vive con su padre y se encuentra en un proceso de recuperación emocional evidente. El juzgado, reconociendo su madurez y su situación personal, no ha impuesto un régimen de visitas obligatorio, dejando que sea ella quien decida los tiempos y el ritmo adecuados para reconstruir la relación con su madre.
Para el padre, el impacto ha sido enorme:
– Ha recuperado la tranquilidad de saber que su hija está protegida. – Por fin vive sin el miedo constante a que la menor vuelva a sufrir. – Cuenta con un marco legal que valida su esfuerzo y su implicación como progenitor.
Este caso demuestra que, con una estrategia adecuada, sensibilidad y rapidez, los tribunales sí escuchan a los menores en Madrid, incluso cuando la situación parece bloqueada desde hace meses.
Antes y después del cambio de custodia
Antes
- La menor vivía en un entorno de conflicto y discusiones constantes.
- Ansiedad, sufrimiento psicológico y deterioro de la relación con la madre.
- Miedo del padre a que el juzgado no escuchara a su hija.
- Sensación de bloqueo y falta de herramientas para protegerla.
Después
- La adolescente vive con su padre en un entorno más estable y seguro.
- Proceso de recuperación emocional en marcha, con apoyo profesional.
- Sin régimen de visitas impuesto: la menor marca el ritmo de relación con la madre.
- El padre cuenta con respaldo judicial y tranquilidad al saber que su hija está protegida.
“Lo único que quería era que escucharan a mi hija. Cuando el juzgado tuvo en cuenta su voz, sentí que, por fin, alguien la protegía de verdad.”
¿Tu hijo o hija no quiere seguir viviendo donde está?
Si estás en Madrid y sospechas que tus hijos están sufriendo en su entorno actual, podemos estudiar tu caso y valorar si es posible solicitar un cambio de custodia o medidas urgentes para protegerles.