La guardia y custodia de los hijos es un tema delicado. Cuando los padres deciden tomar caminos diferentes (bien con un divorcio o una separación), la custodia suele ser uno de los grandes puntos de debate y conflicto.
La guarda y custodia tiene que ver con cómo se organizan los padres para cuidar de sus hijos menores. El objetivo es asegurar que los hijos vivan en el mejor ambiente posible, aunque sus padres ya no vivan juntos.
En este artículo te contamos de forma clara y sencilla, que significa la guarda y custodia los tipos que existen y otros derechos o responsabilidades de los progenitores.
¿Qué es la Guarda y Custodia de los hijos?
La guarda y custodia se refiere al derecho y el deber de cuidar y estar con los hijos en el día a día. Es decir, incluye desde el lugar de residencia hasta la toma de decisiones diarias. A veces se confunde con la patria potestad, dado que es un conjunto de derechos y deberes que tienen los padres para velar por la educación y el bienestar de sus hijos, pero son cosas distintas. Mientras que la patria potestad normalmente la conservan ambos padres aunque se separen, la guarda y custodia puede asignarse a uno solo o a ambos.
Diferencias entre Guarda y Custodia y Patria Potestad
Para dejarlo claro, la patria potestad se refiere a decisiones más amplias sobre la vida de los hijos, como la educación, la sanidad y otros temas importantes. La guarda y custodia, en cambio, se refiere a quién se encarga del cuidado diario, o sea, con quién viven los niños y quién gestiona su día a día. Es decir, aunque se le conceda la guarda y custodia a un solo progenitor, lo normal es que ambos sigan teniendo patria potestad.
Tipos de Guarda y Custodia en España
Aquí en España, existen varios tipos de guarda y custodia que se pueden aplicar dependiendo de las necesidades y situación familiar de cada caso. Los jueces valoran siempre el interés superior del menor, asegurándose de que se mantenga una relación saludable y estable con ambos progenitores, siempre que sea posible. Los principales tipos son:
Custodia Exclusiva o Monoparental
La custodia exclusiva se otorga cuando uno de los progenitores se encarga del día a día de los hijos. En estos casos, el otro progenitor suele tener un régimen de visitas y está obligado a pagar una pensión de alimentos. Este tipo de custodia suele aplicarse cuando no es posible la convivencia armoniosa con ambos padres o cuando uno de los progenitores no tiene los recursos o la disponibilidad para asumir la custodia.
Custodia Compartida
La custodia compartida significa que ambos progenitores se organizan para pasar tiempo con los hijos, dividiendo el tiempo de convivencia de manera alterna. Puede ser por semanas, quincenas o, en algunos casos, hasta fines de semana alternos. Esta modalidad permite que los niños mantengan contacto cercano con ambos padres. Cada vez es más común en los casos de divorcio, y muchas familias optan por ella para que el menor no pierda el vínculo diario con ninguno de los dos.
Custodia Distributiva
La custodia distributiva es menos frecuente, pero se usa en algunos casos donde hay varios hijos y se considera mejor para ellos vivir con diferentes progenitores. Suele aplicarse cuando los hijos tienen edades o necesidades muy distintas y es complicado que convivan todos juntos en un mismo régimen de custodia.
Custodia Compartida Progresiva
La custodia compartida progresiva es un sistema intermedio entre la custodia monoparental y la custodia compartida. Este sistema comienza con una custodia monoparental, generalmente a favor de la madre, pero con un régimen de visitas amplio y progresivo a favor del otro progenitor, generalmente el padre, con el objetivo de alcanzar finalmente una custodia compartida. Se utiliza sobre todo en caso de hijos lactantes o que no han tenido contacto suficiente con uno de los progenitores.
Guarda y custodia atribuida a un tercero
En algunos casos, la guarda y custodia de los hijos no es otorgada ni a los padres ni a los abuelos, sino a un tercero que, por diversas razones, puede ofrecer un entorno adecuado para el cuidado del menor. Este tercero suele ser una persona de confianza, como un familiar cercano, que se encarga de velar por el bienestar del niño en situaciones en las que los padres no pueden ejercer este derecho por incapacidad temporal, problemas graves de salud, o incluso situaciones de desamparo familiar.
Cuando un juez decide atribuir la guarda y custodia a un tercero, se asegura de que esta persona esté en condiciones de proporcionar una educación y cuidado adecuado para el niño, siempre en el mejor interés del menor. Este tipo de decisiones se toman después de un análisis exhaustivo de la situación familiar, buscando siempre la estabilidad y seguridad del niño en un ambiente lo más familiar posible.
¿Cómo Decide el Juez el Régimen de Guarda y Custodia?
Cuando los padres no se ponen de acuerdo sobre la custodia, el juez interviene y decide en función de varios factores, siempre poniendo por delante el interés superior del menor. Entre los elementos que se consideran están:
- La relación y el vínculo entre cada progenitor y los hijos.
- La estabilidad laboral y económica de cada uno, teniendo en cuenta que ambos deben tener la capacidad de ofrecer un entorno adecuado para los menores.
- La proximidad entre los domicilios de ambos progenitores para facilitar los desplazamientos y visitas.
El Ministerio Fiscal suele emitir un informe en estos casos, para evaluar la situación familiar y hacer una recomendación al juez.
¿Es Posible Cambiar el Régimen de Guarda y Custodia?
Sí, si las circunstancias cambian, uno de los progenitores puede solicitar una modificación del régimen de guarda y custodia. Por ejemplo, si hay un cambio de domicilio, una situación laboral nueva o si uno de los padres no está cumpliendo con el acuerdo, se puede pedir al juez que revise el acuerdo. Aquí es recomendable contar con abogados especialistas en guarda y custodia, que puedan guiar en el proceso y ayudar a gestionar la modificación de manera adecuada.
Derechos y Responsabilidades del Progenitor No Custodio
El progenitor que no tiene la custodia aún mantiene derechos y responsabilidades. Lo más habitual es que tenga un régimen de visitas para poder pasar tiempo con sus hijos y una pensión de alimentos para contribuir al bienestar del menor. Todo esto queda estipulado en el convenio regulador, que detalla tanto los derechos de visita como las obligaciones económicas.
Guarda y Custodia en Casos de Violencia de Género
En casos de violencia de género o violencia doméstica, el juez puede decidir otorgar la custodia exclusiva al progenitor no agresor, con el objetivo de proteger al menor y al progenitor afectado. En situaciones como esta, se pueden tomar medidas especiales, como limitar las visitas del progenitor agresor. Si te encuentras en una situación de este tipo, es fundamental que busques ayuda y apoyo legal.
Conclusión
Si te preocupa el bienestar de tus hijos, la guarda y custodia es un tema clave a tener en cuenta. Si te enfrentas a una separación o divorcio y tienes dudas, lo mejor es que acudas a nuestros abogados especialistas en derecho de familia. Podemos ayudarte a tomar las mejores decisiones para ti y para tus hijos. Nos aseguramos que, pase lo que pase, tus hijos no se vean afectados por la separación.